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Mari Carmen Ramirez

Lanzamiento del último set de documentos críticos

Después de un largo proceso de colaboración e investigación, el ICAA junto a Fundación AMA , lanzan el último set de archivos críticos del arte chileno

El ICAA inicia en el 2001 de la mano del Museum of Fine Arts, Houston (MFAH), en donde se estableció el Departamento de Arte Latinoamericano y su apoyo de investigación, el ICAA: Centro Internacional para las Artes de Las Américas. Desde su fundación, la finalidad del ICAA ha sido empeñarse en la colección, exhibición, investigación e incluso la educación de un público en torno a la diversidad de la producción artística en dos enclaves, tanto a nivel continental como latino/latinx en los Estados Unidos. Esto incluye—además de México, América Central y Sudamérica, amén del Caribe y los Estados Unidos— los artistas de descendencia latinoamericana que viven y/o trabajan en territorio americano.

Así, de un tiempo a esta parte, Fundación AMA ha colaborado con el ICAA en la incorporación de documentos claves al archivo, documentos que posicionan el arte chileno en la escena internacional y que le permiten a investigadores de todo el mundo acceder a fuentes primarias y secundarias que abordan la producción nacional del siglo XX. 

Autores claves como Raúl Zurita, Nelly Richard, Gaspar Galaz, Juan Emar, Juan Downey, Cecilia Vicuña, Paz Errázuriz, Juan Pablo Langlois o Nemesio Antúnez son parte de este repositorio que reúne textos crítico de las Américas, esto incluye—además de México, América Central y Sudamérica, amén del Caribe y los Estados Unidos— los artistas de descendencia latinoamericana que viven y/o trabajan en territorio americano.

En ese proceso, una de los personajes claves fue Mari Carmen Ramírez, quien tuvo la visión de iniciar la titánica tarea de compilar y centralizar una serie de archivos dispersos en los diferentes países que el ICAA compendia para que investigadores de todo el mundo pudieran tener un acceso rápido y gratuito a más de 10.000 documentos. Esto ha llevado no sólo a posicionar la escritura crítica americana a un público mayor, sino que también a revalorizar a una serie de artistas que de otra manera seguirían en el anonimato.

De esta forma, hoy, gracias a la colaboración entre el ICAA y Fundación AMA, se hace el lanzamiento de la última entrega de los documentos chilenos que se han incorporado al archivo. Por este motivo, quisimos hablar con Mari Carmen Ramírez para saber cómo ha sido el proceso de estos 20 años de trabajo y cuáles son los planes a futuro para el ICAA:

1.- Ya han pasado más de 20 años desde el inicio del proyecto del ICAA, hace poco estuvieron de aniversario, mirando en retrospectiva el proyecto ¿Cómo ha sido el proceso de construcción de este gran archivo? ¿Se han logrado los propósitos iniciales o qué cosas aún faltan por completar?

El proceso ha conllevado un esfuerzo monumental de dos décadas. Un esfuerzo “a pulmón” ya que nunca se había realizado una iniciativa de esta naturaleza y, por lo tanto, sin algo semejante no existía guía a seguir. Tuvimos que armarla sobre la marcha, en base al esquema prueba-y-error.

Debido a la situación tanto vulnerable como dispersa de los repositorios de documentos en América Latina, para montar el proyecto tuvimos que organizar equipos de investigadores idóneos en 16 ciudades importantes de América Latina y Estados Unidos. Ello conllevó establecer acuerdos de colaboración con entidades clave que incluían centros de investigación, universidades, museos, bibliotecas, archivos, colectivos, fundaciones privadas y hasta bancos. Una vez establecidos esos acuerdos, pasamos a seleccionar a los coordinadores, investigadores y demás especialistas que configuraron tales equipos. En total, reunimos a más de 150 especialistas en una red norte/sur sin precedentes. En principio, el proyecto les proveyó de materiales básicos de trabajo (computadoras, cámaras fotográficas), además de salarios y entrenamiento técnico. Cada equipo trabajó entre 3 y 4 años; e incluso se dio el caso de investigadores que continuaron colaborando activamente con nosotros después de expirados sus contratos. Por otra parte, debe señalarse que el ICAA nunca impuso un plan unívoco para procesar el trabajo. Cada equipo analizó las directrices generales del proyecto, las adaptó a las particularidades de su contexto nacional y, sobre esas bases, estableció su agenda a seguir. Ésta, a su vez, fue aprobada por la Junta Editorial ICAA compuesta por historiadores del arte, curadores y especialistas de los diversos países y comunidades que integraron esta fase inicial del proyecto. Como te podrás imaginar, todo este proceso forzó el comando de una logística sumamente compleja, la que abarca desde lo académico y burocrático hasta la diplomacia cultural.

Estableciendo un balance de lo logrado a lo largo de estas dos décadas, yo diría que los objetivos iniciales del proyecto se han logrado a cabalidad. Es decir, recuperamos miles de documentos que han sido prolijamente escaneados, anotados, y subidos a la plataforma del Proyecto Documentos del ICAA donde pueden ser accesados gratuitamente por personas de todo el mundo. No obstante, como cualquier archivo (digital o convencional), la tarea nunca termina… ya que es infinita. En este caso, apenas hemos rasgado la superficie de lo que es un caudal monumental de documentación sobre las artes plásticas (o visuales) en América Latina y las comunidades latinas de los Estados Unidos. La fase de recuperación (2005-2018) se concentró en los principales países y comunidades específicas norteamericanas, pero aún quedan regiones enteras por abordar. Éste sería el caso, por ejemplo, de Centro América y del Caribe. Incluso países como Bolivia, Paraguay y Ecuador poseen escasa representación en el archivo y requerirían un esfuerzo concentrado para lograr una mínima y digna representatividad. Cuba es otro caso—aún más difícil considerando las relaciones Cuba-EEUU— el cual requiere de atención y esfuerzos especiales.

2.- En gran medida el archivo del ICAA ha significado una labor valiosísima para un sinfín de investigadores, les ha facilitado su trabajo de búsqueda, los ha acercado a sus lugares de residencia, incluso. ¿Cómo ven la recepción del público del archivo y del trabajo que realiza el ICAA, particularmente en Estados Unidos? ¿Cuál es el impacto que ven en la irrupción del arte latinoamericano en el contexto norteamericano?

El Proyecto Documentos del ICAA se ha convertido en un punto de referencia insoslayable para investigadores en Estados Unidos, América Latina y, hasta donde hemos podido discernir por contacto directo, el mundo entero. Es utilizado no sólo por investigadores y estudiantes sino por coleccionistas, galeristas, profesionales del mercado y de las subastas, inclusive los diletantes del arte. Desde la perspectiva de la investigación, ha contribuido a iluminar aspectos desconocidos del arte latinoamericano que lo sitúan a la par de desarrollos similares en Estados Unidos o Europa. Incluso ha revelado instancias (incómodas para las hegemonías y la Historia Oficial) en que los artistas latinoamericanos anticiparon desarrollos teóricos –con paralelos prácticos— importantes para el estudio tanto de la modernidad como de la posmodernidad. En fin, según sabemos, en los últimos años el arte latinoamericano se ha convertido en un fenómeno global de exposiciones y publicaciones con un altísimo grado de reconocimiento, lo cual ha impactado ya sea valores del mercado o bien estrategias adquisitivas del coleccionismo. Alienta pensar que, desde nuestra humilde perspectiva, el ICAA-MFAH ha contribuido a ese proceso al revelar en los centros de poder artístico algo inusitado en muchas tendencias, estéticas y modas… las sólidas bases intelectuales sobre las que opera y continúa operando este arte nuestro.

En el caso del arte latino —o Latinx, como se le tilda hoy en el caso específico norteamericano— el Proyecto Documentos del ICAA ha facilitado la recuperación de un caudal de documentación que nunca fue reunida en ningún repositorio de este equipadísimo país. Por primera vez, se ha puesto a la disposición de investigadores vinculados a este campo emergente de estudio, ese caudal ¨innovador¨, a pesar de sus años transcurridos. No cabe duda que el impacto de esta iniciativa se está haciendo sentir en diversos ámbitos y direcciones debido a la importancia que está adquiriendo el llamado ¨arte latino¨, sobre todo en los debates acerca del arte contemporáneo tanto en los Estados Unidos como en América Latina.

3.- La pandemia, al menos en Chile, creo que trajo consigo algunas enseñanzas muy valiosas, particularmente que las alianzas público/privadas podían generar relaciones virtuosas para solucionar un problema. Pensando en la misión y los objetivos del ICAA y en las alianzas con otras entidades ¿Cuál crees que es el rol que le toca jugar a las iniciativas privadas en la construcción de la cultura y cómo ves la situación actual?

Iniciativas ambiciosas como el Proyecto de Documentos del ICAA son sumamente costosas y requieren de fuentes inagotables de recursos tanto financieros como políticos, diplomáticos y de prestigio monetario y cultural. Son proyectos de industriosas hormigas que se caracterizan por un ritmo lento, a largo plazo y que, además, ocurren “tras bambalinas,” lejos de la mirilla pública. Por contradictorio que parezca, son lo contrario a las exposiciones de arte, no participan del “glamour” del mundo del arte. En la situación actual que estamos atravesando, particularmente después de la pandemia, son muy difíciles de patrocinar o financiar, como se desee. En la última década vimos cómo fundaciones clave, paradigmas históricos como la Rockefeller Foundation y la Ford Foundation abandonaron los programas de becas para museos, entidades culturales y centros de investigación para focalizarse en iniciativas de justicia social. Con esto me interesa reforzar que la única manera en que proyectos como el del ICAA pueden seguir hacia adelante es a través de colaboraciones con fundaciones, entidades privadas, e incluso con individuos comprometidos con la promoción del conocimiento sobre las artes plásticas o visuales en América Latina.

Hoy por hoy, el ICAA depende (para sobrevivir) de su asociación con filántropos y entidades, como es el caso de la Fundación AMA, que entienden y valoran el potencial del amplio concepto que abarca el Archivo Digital para ahondar en el conocimiento con los medios tecnológicos actuales y legitimar las artes de nuestro continente. Desde siempre, aunque acentuada hace medio siglo, la situación de aislamiento chileno no ha sido solo geográfica, diversos factores han venido bloqueando su visibilidad continental. Los documentos mostrados hasta hoy del equipo de Chile son el mascarón de proa necesario para que esa lectura se transforme auspiciosamente en poco tiempo. Los colectivos y tipos sui generis de arte que se produjeron son de interés mundial incuestionable. De lo teórico de la Escena de avanzada a sus impugnadores, hasta sus prácticas, sea C.A.D.A. o bien arte postal.

4.- Después de finalizada la etapa por países, una tarea titánica, ¿cuáles son los proyectos futuros para el ICAA?

En base a lo que establecí anteriormente, no considero que la fase de los países esté finalizada. Tendremos que volver retomar ese foco una vez se identifiquen y logren recursos financieros. Al final, las prioridades las dicta la disponibilidad de fondos para poder articular equipos de investigadores con el costo que todo eso conlleva.

Por el momento, seguimos trabajando iniciativas puntuales. Con ISLAA (Institute for Studies of Latin American Art que opera en Nueva York), por ejemplo, hemos estado trabajando desde hace aproximadamente un año en la digitalización, catalogación y anotación de las 900 gacetillas generadas a través de su historia por el CAYC, el reconocido grupo experimental argentino fundado por Jorge Glusberg a fines de los sesenta y principios de los setenta. Es un proyecto ambicioso para el cual hemos armado un excelente equipo que trabaja desde Buenos Aires, Nueva York y Houston. Además, seguimos colaborando con Fundación Gego y Fundación Cruz-Diez en el despliegue de documentos de ambos artistas con su amplio bagaje publicado.

Al mismo tiempo, y con mira hacia el futuro, estamos dirigiendo esfuerzos para la recuperación de fuentes documentales de artistas Latinx (norteamericanos y residentes de origen ¨latino¨). A través de una beca de la Terra Foundation for American Art, hemos encaminado los “Latinx Papers,” un proyecto que recoge documentos paradigmáticos de los archivos de los principales artistas chicanos, puertorriqueños, cubano-americanos y dominicanos activos en los Estados Unidos desde los años sesenta. Es un campo riquísimo y muy amplio que promete agilizar tanto el estudio como la valoración de estos artistas dentro de los debates del arte contemporáneo. Al mismo tiempo, estamos colaborando con los Archives of American Art en una iniciativa similar focalizada en archivos de mujeres ¨latinas¨.

Ufffff!! Como ves, los esfuerzos no se agotan dado todo lo que resta por hacer en un campo tan fértil en posibilidades.